Paseo [Dominique]

Revisó su reloj por cuarta vez, con fastidio. Para que invitaba a su prima a pasar la tarde con él en Hogsmeade si la muy desconsiderada iba a llegar tan tarde. Encima que era de las pocas chicas con el HONOR de salir a solas con él, no venía.

-Mujeres...

Dijo de forma despectiva mientras se apoyaba sobre la pared.

Dominique se había dado cuenta de que se levantó tarde para la ''cita'' que tenía con su primo, así que empezó a correr por toda la habitación hasta que encontró algo digno para ponerse. Cuando al fin pudo salir de Hogwarts comenzó a caminar con un sombrero sobre su cabello y su notable maquillaje negro. Empezó a caminar con tranquilidad como si no pasara nada y cuando al fin llegó observó a su primo con una expresión de tranquilidad.

-¿Me esperabas?

Le hizo una sonrisa juguetona y puso sus manos sobre los hombros de su primo para luego besar su frente en forma de saludo.

Cuando la vio venir a lo lejos, frunció el ceño en señal de fastidio. Al menos se veía bien.
Cuando le dio un beso en la frente soltó un pequeño gruñido.

-Llegas tarde, considerablemente tarde.

Soltó una risita algo burlona al escuchar el gruñido de James. Luego de eso le palmeó la cabeza como si fuera un perrito e hizo una sonrisa nuevamente tranquila.

-Bueno, mejor tarde que nunca eh.

Volvió a reír una vez más.

James dio vuelta los ojos y suspiró. Ella siempre hacía lo mismo, no valía la pena enfadarse.

-Vamos a las tres escobas?

Le preguntó mientras dejaba de apoyarse en la pared y se paraba junto a ella.

Asintió con la cabeza mientras lo tomó del brazo para que no se alejara demasiado.

-Bien, bien, ya era hora. ¿Cómo estás?

Comenzó a caminar casi arrastrandolo pero a pasos cortos y rápidos.

-Bien, no me quejo...

Dijo mientras saludaba con la mano a algunos conocidos que caminaban cerca. Las miradas curiosas eran normales cada vez que Dominique y James andaban juntos. Minnie era la más solicitada entre los chicos y él entre las chicas. O amaban la pareja, o la odiaban... pero lo cierto es que juntos se veían geniales, solo que a ninguno le interesaba del todo estar con el otro. La llevó a las tres escobas y le pidió a Hanna dos cervezas de manteca que no tardaron en llegar.

-Que tal tus clases?

Mientras caminaba notaba la mirada de todos sobre ellos, a veces era un poco insoportable. Ella creía que todos pensaban que salían juntos, pero no eran nada más que buenos amigos y primos, familia. Cada vez que pasaba una chica le hacía caras de asco y miradas posesivas, como si él fuera de ella y cada vez que pasaba un chico para verla rodaba los ojos como si le pasara todo el tiempo. No era la más bonita, pero si tenía mucha actitud.

-¿Mis clases?, ¡No podrían ir mejor!-
Contestó con mucho sarcasmo, siempre fallaba en las materias más fáciles por orgullo, siempre decía ''si, ya me se todo'' como excusa para no estudiar, y así reprobaba.
-Seguro tu vas mejor que yo, seguro eres un Ravenclaw encubierto.

-Eso dice la gente, pero lo dudo mucho. A los Ravenclaw les gusta estudiar, yo no me dedico a eso...

Dijo con sinceridad. Estudiaba solo para los exámenes más importantes y pocos días antes. Pero siempre le iba bien, había heredado la capacidad de su abuelo, sin duda.

-Como mi hermanito, es una rata de biblioteca.

Tomó entonces una cerveza de manteca y comenzó a beber con lentitud. Mientras observaba a los que pasaban y a los que estaban ese día en las tres escobas.

-Hoy es un lindo día, ¿No es así?

Hizo una sonrisa sincera, el clima le gustaba ese día, y se había despertado del lado bueno de la cama.

-¿Y tus novias como estan?